
Nos convocaron en la Villa 31 para transformar los espacios no construidos en una plaza, con el objetivo de urbanizar y crear un lugar de encuentro y conexión para el barrio, con juegos para los niños. Es un proyecto inédito, ya que, en lugar de destinar el presupuesto a la construcción de edificios, se apuesta por un espacio público que fomente la comunidad.





Desarrollamos toda la ingeniería y diseñamos una estructura en tresbolillo, con tres caños que refuerzan toda la instalación. Este juego está pensado para soportar el desgaste propio de plazas con mucha concurrencia.


